La cultura como eje transversal en los ODS

Los ODS y la cultura

Es posible que no identifiques cultura y sostenibilidad, pero hay una relación intrínseca entre ambos aspectos. Por ejemplo:

  • El sistema cultural está integrado en un entorno con una serie de necesidades. Además, debe ayudar a su correcta conservación y subrayar la importancia de la emergencia climática.
  • En la Agenda 2030 se destaca cómo, gracias a la cultura, es más fácil adoptar un punto de vista global sobre el desarrollo sostenible.
  • La cultura, como tal, está relacionada con y depende de sistemas como la sanidad o la educación, entre otros. Si todos tienen en cuenta el respeto al medioambiente, el resultado será más satisfactorio.
  • Cualquier servicio cultural debe incluir, en su diseño inicial, estructura y funcionamiento, aspectos relacionados con la sostenibilidad.

¿Qué indica el ODS 17?

Este es el objetivo más relacionado con el sistema cultural. Sus principios básicos se resumen en los siguientes factores:

  • La mejora de la cooperación entre los distintos países, lo que facilita el acceso a la cultura.
  • La promoción de tecnologías y sistemas culturales que permitan que los países desarrollados ayuden a los que están en fase de mejora.
  • La creación de un banco de tecnología para promocionar su uso y dar a conocer la cultura de la sostenibilidad.


¿Cómo puede alcanzar el sistema cultural los distintos ODS?

El denominador común de cualquiera de las acciones debe ser la sostenibilidad total del sector. Es importante valorar que:

  • Cada sistema implica a múltiples actores cuya acción hay que coordinar.
  • Se debe trazar un plan global para alcanzar las metas propuestas de educación de calidad (ODS 4), trabajo decente y mejora económica (ODS 8), reducción de las desigualdades (ODS 10) y todo lo relacionado con la paz, la justicia y las instituciones sólidas (ODS 16).


Claves para la acción cultural sostenible

Para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible desde la acción cultural hay que valorar, como indica la Unesco, cuáles son las alternativas disponibles:

  • Las relativas al patrimonio material. Es el caso de las bibliotecas, los museos, los archivos, la arqueología y los monumentos.
  • Las que gestionan el patrimonio inmaterial. El estudio de la tradición, las fiestas, la artesanía, etc.
  • Las artes escénicas como la pintura, la escultura y la fotografía.
  • Las artes musicales, el cine, la literatura y la cultura audiovisual.
  • La arquitectura y el diseño,que no deberían romper el equilibrio natural del entorno más directo.
  • Los medios digitales y de comunicación.
  • La publicidad (especialmente, la que se realiza en medios físicos que pudieran alterar el ecosistema que la rodea).

Dependiendo de la alternativa correspondiente, el sistema elegido debe tener las siguientes propiedades:

  • La generación de capacidades individuales o grupales que entronquen con las raíces culturales e históricas de cada comunidad.
  • Seleccionar una gestión cultural que se adapte al marco de desarrollo sostenible indicado.
  • La contribución del sistema a mantener el equilibrio con el entorno y fomentar el respeto al medioambiente.
  • Garantizar los derechos culturales, respetando siempre la libertad de expresión y cultural de cada persona.
  • Fomentar la solidaridad y el compromiso a la hora de defender los derechos fundamentales, tal y como se explica en el ODS 17.

En definitiva, la cultura y los ODS van de la mano a la hora de diseñar planes y actividades culturales que tengan presente el entorno en el que se realizan. Todo sea por cumplir con los objetivos previstos en la Agenda 2030 y conseguir que cada acción cultural no olvide la importancia de la sostenibilidad.