La quinta edición de «Habitantes del Futuro» se centró en EL FUTURO DE LA COMIDA, explorando la importancia de cocinar, el desperdicio alimentario y la percepción de alimentos poco saludables.
Los datos de la encuesta revelan que la mayoría de los vascos considera fundamental saber cocinar, aunque el 60% desearía hacerlo con más frecuencia, siendo la falta de tiempo el principal obstáculo, especialmente para los jóvenes. Solo el 16.1% dedica menos de una hora a la comida diaria, con mayor incidencia en hombres de 35 a 44 años.
En cuanto a las habilidades culinarias, la mitad de los vascos creen que cocinan muy bien, mientras que el 35% sabe «lo justo». Los hombres, en particular, se perciben con menos destreza. Aunque la mayoría domina platos sencillos, la habilidad disminuye en recetas más elaboradas como el marmitako o chipirones en su tinta.
Respecto al desperdicio de comida, el 44.4% de los vascos guarda las sobras, y más de una cuarta parte, principalmente jóvenes (25-34 años), se preocupa por no malgastar alimentos.
Sobre el sector primario, existe una diferencia intergeneracional en la relación con vendedores de confianza. Los mayores pescan más, mientras que los jóvenes participan en la recolección de frutas y verduras o el riego de huertas. Un 77.9% de la población vasca desea más huertos urbanos en el futuro.
En cuanto a la comida rápida y precocinada, solo el 16.7% la consume con frecuencia, siendo los jóvenes los principales consumidores. A pesar de esto, la gran mayoría la considera perjudicial para la salud.
Los alimentos más perjudiciales según los vascos son la bollería industrial, las patatas fritas de bolsa y el azúcar blanco. La percepción sobre la cerveza y el vino varía significativamente entre jóvenes y adultos, con los jóvenes considerándolos más dañinos.
Finalmente, el futuro de la alimentación que sueñan los vascos incluye más cocina casera, la reapertura de carnicerías y pescaderías de proximidad, y el uso de productos de kilómetro cero en los comedores escolares.