
Haurkuna: Constelaciones
CREACIÓN COMPARTIDA
Ponente: Natalia Seijo. Psicologa en NS Centro Psicoterapia y Trauma. EMDR Europe Trainer.
El cuerpo muestra la historia de nuestra vida, cuando la familia, sea de forma consciente o inconsciente, no cumple con algunas de sus funciones aprendemos a tener una autopercepción negativa o distorsionada de nosotros mismos, miedos, bloqueos a la hora de relacionarnos, sentirnos incapaces.
Podremos arrastrar estas heridas de infancia a lo largo de nuestra vida y esto dejará un impacto significativo en cómo nuestro cuerpo manejará el estrés emocional y, en consecuencia, tal vez cause daños en nuestro sistema inmunológico y nuestra salud física en general.
Es decir, hay una estrecha relación entre cómo es nuestra familia, aprendemos a relacionarnos con ella y la somatización de las emociones.
Pero no solo el vínculo se refleja en la historia de nuestro cuerpo, sino que puede haber eventos traumáticos como abusos, accidentes, violencia interpersonal, catástrofes que dejen un impacto y lleguen a pasar factura en nuestro cuerpo, además, cuanto más temprano sucedan estas experiencias traumáticas más grande será la herida y mayor la probabilidad de que se vea reflejado en nuestro cuerpo dejando a su paso una huella insoportable que no se integra de manera natural por lo abrumador del evento vivido.
Mostrará la cara de diferentes formas entre ellas, la más potente la somática, indicando que el pasado es presente y no cesará hasta que la atención vaya enfocada a resolver aquello que el sistema por sí mismo no ha sido capaz de hacer.
Es aquí en donde el cuerpo se convierte en la clave a traves de la cual estos indicadores se muestran como síntomas físicos que no tienen un origen claro ni explicación médica que dé sentido a la intensidad y variedad de las afecciones que la persona presenta porque su origen no está en una herida física sino emocional.